De Katsu Shintaro se decía -y hasta ahora no me he preocupado en confirmarlo- que visitó La Habana, que tocó shamisen en el programa televisivo Historia del Cine (cuando lo conducía José Antonio González) y que en la heladería Coppelia ofreció cien dólares a quien pudiera tirarlo del contén de la acera, sobre el cual, de espaldas a la calle, se balanceaba en la punta de los pies. Nadie-me afirmaban-pudo lograrlo, pues el actor o bien evadía el empuje con una finta o bien desplazaba a los contrincantes con un leve movimiento de muñeca.
Anécodotas o ficciones aparte, siempre me ha gustado imaginar que si semejante reto aconteció debió haber sido unicamente para mostrar sus habilidades entre los miembros del ICAIC que le acompañaban, pues por mucho menos de esa suma más de media Habana se hubiera congregado de inmediato. Ello, por supuesto, si descartamos la más que probable aparición en la escena de otros naturales del Oriente, éstos en su encarnación capitalina de agentes del orden. Además, para la época, la "posesión de divisas" estaba penalizada con cárcel y dudo que, en caso de ganarlo publicamente, alguien se llevara el premio a casa tan campante.
Katsu Shintaro es sobre todo conocido por su personaje Zato Ichi, del que ya he escrito anteriormente. Conjuntamente con el sinnúmero de escándalos que le hicieran, entre otros contratiempos, ser sustituido por Takakura Ken como coprotagonista en Black Rain, de Ridley Scott, y por Nakadai Tatsuya como protagonista en Kagemusha, de Kurosawa Akira, o su formación en el conocimiento del teatro kabuki, o sus múltiples papeles en otros filmes escasamente exhibidos en Cuba, creo que lo menos divulgado de Katsu Shintaro es su carrera como cantante. Personalmente no me llama demasiado la atención, pero para quienes no lo han conocido fuera de su personaje de Ichi, pienso que algunas de sus grabaciones podrían resultarles, cuando menos, curiosas.
Aparte de las dos piezas musicales incluyo un par de fragmentos de una rara filmación en compañía del artista Balthus, donde Katsu muestra varios de sus recursos de actuación y luego toca el shamisen. Esta también un anuncio de un filme de 1960, previo a su serie de Zato Ichi, donde también interpreta a un ciego con mucho, al parecer, de lo que posteriormente constituiría su más famoso personaje. Finalmente, para los lectores que no hayan conocido a Zato Ichi, una de sus típicas y tensas escenas en las casas de apuestas.