En el memorable comienzo de Archipiélago Gulag, Aleksandr Solzheniltsin
cuenta que, hacia 1949, la revista de la Academia de Ciencias publicó una "curiosa noticia" en la que informaba del descubrimiento,en el rio Kolima, de un filón de hielo subterráneo con
peces prehistóricos. A pesar de congelados, subrayaba la nota, los peces se mantenían tan frescos “que los allí
presentes rompieron el hielo y se los comieron con fruición”. Probablemente, aclara Solzheniltsin, “los escasos lectores de la revista [quedaran] asombrados de que la
carne de pescado pudiera conservarse tanto tiempo en el hielo”, pero sólo quienes se comieron esos "tritones" -esto es, los hambrientos presidiarios de
Kolima, uno de los mayores gulag del estalinismo- captaron de inmediato el “extraordinario sentido de tan imprudente
despacho”.
Algo similar es lo que sucede con muchas
notas oficiales del gobierno de Cuba, o de sus instituciones, como ésta del Ministerio de Turismo de Cuba (Mintur) hecha pública ayer por la agencia Prensa Latina: en ella se anuncia la apertura de dos vuelos chárter entre Japón y Cuba
como “parte de los esfuerzos por consolidar la industria turística cubana”
lo que “permitirá a los viajeros nipones disfrutar de los atractivos turísticos
de este destino [Cuba] sobre todo en lo referente al patrimonio histórico-cultural
de la Isla, sus valores naturales y la hospitalidad característica de la gente”.
A semejanza del comentario de Solzheniltsin
(recomiendo leer completa la nota del Mintur
para que no quede duda) muchos lectores tomarán este anuncio como una noticia más; de hecho, no es la primera vez que ambos países convenian este tipo de vuelos. Pero, salvo extranjeros avisados, sólo los cubanos captarán de inmediato -consciente o subconscientemente- lo que, por fuerza de
la costumbre, involuntariamente deja entrever la nota: que la “operación área”
entre Japón y Cuba es sólo para el turismo japonés; que el cubano -a causa del gobierno
castrista que, entre otras violaciones de los derechos humanos, impide a los
ciudadanos de Cuba viajar libremente fuera de la isla- simplemente no existe.