viernes, 5 de marzo de 2010

Daños colaterales

Creo que lo más provechoso de la indagación para mi post del martes pasado han sido las innumerables curiosidades y esperpentos que aparecieron bajo los rubros asociados, directa o indirectamente, con el tema, y donde Japón no constituye la excepción. Independientemente de sus niveles de rareza, alucinación, inverosimilitud o humor involuntario (como estas dos que he querido destacar) pienso que todo ello puede, perfectamente, etiquetarse como daños colaterales (1).

La primera está protagonizada por un peculiar director de orquesta que también conduce composiciones clásicas, según puede verse en su canal de You Tube. La información (en japonés) que aparece en la página, nos explica que:

En la era de las glaciaciones, los mongoloides fueron hasta América del Sur y disfrutaron de las canciones folclóricas de los Andes. La voz canta un huaino, y básicamente es usado un tipo de instrumento como una mandolina que se llama charango, una flauta llamada quena y una flauta de pan llamada zampoña. Es la canción cubana del general [shogun] Che Guevara, llamada Comandante Che Guevara.




La segunda, es una síntesis biográfica, mejorada notablemente por una traducción automática, donde nos enteramos, entre otras verdades o “primicias” que Guevara se “volvió la Camiseta por el mundo”, que “trabajó como John Lennon” y que durante la guerrilla boliviana “siempre podía calentarse con la vanguardia”.


(1). Recordando este excelente relato de Enrique del Risco.

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