A propósito del post Tabú, Adriana, una lectora del blog, me envía este video de la cantante china Grace Chang interpretando ritmos cubanos en la cinta Mambo Girl (versión del título al inglés) de 1957.
Más allá de la calidad de la cantante o de la curiosidad que nos puede resultar oír un chachachá o un mambo en chino (o, incluso, de la conocida relación de Hong Kong y Shanghái con la cultura inglesa y norteamericana), me interesa puntualizar los contactos que, sobre todo en el campo del espectáculo, siempre han existido entre los propios países del este de Asia y, de acuerdo con ello, la posibilidad de que no todas las modas occidentales (o al menos determinados temas dentro de ellas) hayan sido importados directamente de Occidente, sino retomados de la circulación de una moda en la región, tal como sucede actualmente con los ídolos del cine o de la música coreanos, chinos o japoneses.
A través de la información que aparece en You Tube al lado del video, me entero del interesante blog Soft Film: Vintage Chinese Cinema, dedicado, básicamente, al mundo del espectáculo en el Hong Kong de primera mitad del siglo XX. La página del blog a la que lleva la información es también curiosa por la supuesta aparición de Bruce Lee bailando chachachá en un film de 1957.
Que sabrosita canción! Al principio parece que viene el mambo, pero en cuanto empieza a cantar Grace Chang, a marcar con el chachachá.
ResponderEliminarDe pronto me imaginé que le pusieran esos a las parejas de Para Bailar, jajajaja. Pa' despistar.
Yo creo que más que bueno, hubiera sido histórico haber visto a los hermanos Santos bailando eso.
ResponderEliminarOigan, esta chinita le mete al español. Como en el minuto 1:37 parece que dice "hijoeputa". Luego se vuelve a repetir. Oreja con ella. Es más, creo que sabe cubano pues la canción termina "chachacha bochinchá. He dicho.
ResponderEliminarYa me gustaría ver a los hermanos Santos bailando esto.
A mi me también me pareció oir lo mismo; creo que es inevitable, al menos si uno no sabe chino, o más bien el dialecto o idioma chino en el que canta (que supongo que deba ser cantonés o, si acaso, shangainés, no sé). Pero bueno, tampoco es cuestión de negar la simpatía nos puede producir, también si se piensa en cuánto de simpático les resultarán a ellos ciertas pronunciaciones del español.
ResponderEliminarPara mí sigue siendo un misterio la relación entre la cultura china con el Caribe, específicamente con Cuba. Siendo dos "tempos" raciales y culturales tan diferentes, es difícil explicar la manera en que los chinos se han sentido atraídos por ciertas manifestaciones de la música cubana. Ya se sabe que los inmigrantes cantoneses se integraron y mezclaron muy bien --pese al racismo-- con la población cubana durante los siglos XIX y principios del XX. Uno podría pensar que la mezcla fue producto casi obligatorio de las circunstancias históricas de esos inmigrantes. Pero la cuestión cobra visos alucinantes cuando uno ve que ritmos tan cubanos como el mambo o el cha-cha-chá penetraron y se asentaron en territorio chino, sin que existiera "obligación" o presión económica alguna, cuando semejante cosa nunca ocurrió en países europeos ni latinoamericanos con un trasfondo cultural mucho más cercano.
ResponderEliminarDaína, es muy interesante lo que dices, y voy a intentar una respuesta. (Te contesto en dos partes seguidas, porque parece que el comentario es muy largo y excede los caracteres permitidos, al menos es lo que me sale cuando intento ponerlo).
ResponderEliminarPor lo que respecta particularmente a ciertos ritmos cubanos de esa época, como mínimo al mambo y al chachachá y por lo que he visto superficialmente parece que fue una moda bastante extendida, incluso en Europa (por ejemplo BB bailando chachachá o mambo en “Y Dios creó a la mujer”) y claro, lo que uno no imagina es que también eso sucediera por Asia con ese nivel de “occidentalización” (y lo pongo entre comillas porque es un término que a veces, para los países no occidentales, se tiende a usar como sinónimo de modernización). Ahora, como dices, no creo que eso haya generado una incorporación más allá de lo que fue su momento de moda, salvo porque, como el tango, fueron incorporados a las academias de baile o por la creación de grupos de aficionados que lo practicaran y que no implican nada especialmente salvo lo que meramente significa cualquier grupo de aficionado a un tema (pienso por ejemplo que en Cuba hay (o había) una asociación de tango, que no iba más allá de eso). Pero invirtiendo el punto de vista, me pregunto hasta que punto, por ejemplo, los animados japoneses (y mucha otra “exótica” de Asia) han dejado o no se ser moda para constituirse en otra opción más del espectáculo o en influencia dentro de la animación (animados que empezaron influenciados por los comic norteamericanos), y en ese sentido hemos dejado de ser “coleccionistas” (de orientalismos) y convertirnos simplemente en consumidores habituales de ese producto.
El problema de las conexiones que planteas es muy interesante; yo creo que hay un punto de mediación por lo que se refiere a la influencia norteamericana (especialmente en Hong Kong, Shanghai y Tokio, ciudades que ya antes de la segunda guerra mundial eran puntos culturales medulares para el este de Asia) en la apreciación y práctica de esos ritmos cubanos o de su música (y acaso de manifestaciones de otras culturas) y que no fueran precisamente asumidos desde referencias directas de la isla. Es sólo una presunción, ya que no he investigado demasiado en el tema. Para el caso de la cultura china en Cuba, todo se ha quedado, al parecer, en un estado “folklórico”(o dentro de la propia comunidad china); quizás los mismos sucesos del cincuenta y nueve afectaron –como en muchos otros órdenes, o en casi todos- cualquier otra nueva incorporación (probablemente hasta dentro de la propia comunidad china) de lo que estaba sucediendo en la contemporaneidad cultural de su país, y tomando en cuenta también la diversidad cultural de China y su división política. Ahora me pregunto por primera vez a qué parte política de China se sentirían afectos los chinos que estaban (o están) en Cuba (pues evidentemente el chachachá de Grace Chang no se bailaba con Mao). Me acuerdo del Águila de Oro y del Nuevo Continental, cine donde convoyaban películas chinas con otras películas de reposición y no sé cuánto de antiguas serían esas películas chinas o si renovarían de algún modo el repertorio (de niño fui una vez con mi papá –creo que al Nuevo Continental- a ver “El octavo”, una película búlgara, de guerra, y como se podía entrar en medio de las tandas, en el momento que entramos todavía estaban pasando una película china medio de fantasía, no sé si subtitulada o no; curiosamente me acuerdo más de la película china que de “El octavo”).
Pero el tema de esas conexiones es muy interesante. Por el ejemplo, hace apenas un par de semanas he descubierto el concurso de coplas del carnaval de Cádiz, que estoy siguiendo por internet en las páginas de Canal Sur (y a veces en vivo cuando tengo tiempo por el día). Y estoy sencillamente fascinado. No sé qué pasará en la calle, pero por lo menos lo que sucede con los grupos de chirigotas, comparsas, coros, cuartetos, en el escenario, para mí es espectacular y diría que indiscreptible. Y de una contemporaneidad que uno no imaginaría; un humor, además, de un ingenio envidiable y, por otra parte, algo que yo llamaría un “ejercicio lúdicro de la democracia”, porque se dicen cosas también muy fuertes contra las instituciones y los gobiernos. Todo ello en música, pero nada que ver con lo que uno asociaría como “tradicional” español, de no conocer, claro, esta propia tradición del carnaval de Cádiz. No quiero extenderme en los detalles (luego te escribo y te digo) porque ya eso sería otro tema (y, sobre todo, porque también un tema del que no conozco y sobre el que sólo puedo improvisar), pero me preguntó por qué nada de eso se ha hecho en Cuba (digo, salvando la parte del ejercicio del la democracia) y desconozco si en Latinoamérica. (Ya en un plano personal, me pregunto cómo nunca había oído hablar de esto, ni siquiera a través de amigos españoles, pues ha sido de pura casualidad que lo he descubierto). No sé si dependa del imaginario “tradicional” con que se mira la música y las festividades españolas, en el entendido de la cultura que llegó de allá durante el período colonial, de las diferentes tradiciones regionales y de cómo se asentaron, y lo que hemos estereotipado, en sentido general, como imaginario de “tradición” aun para la actualidad; y, claro está, salvando las excepciones que de algún modo u otro (como el flamenco de Paco de Lucía, por poner un ejemplo) podríamos decir que reconocemos como actualizadas. Oye, y de nuevo, Daína, gracias por tu comentario.
ResponderEliminarEmilio, me ha dado mucho placer encontrarte en internet, vine por el link de Sosa. Te recuerdo con mucho cariño
ResponderEliminar:) ah, le gustó?
ResponderEliminartengo dos más: uno de Grace: http://www.youtube.com/watch?v=w-AdZ_o7hH8
y otro de Julie Yeh Feng (葉楓): http://www.youtube.com/watch?v=ifJm2K_DJwE
enjoy!
Emilio, gracias por tu extensa respuesta. Por lo visto, da para sentarse a especular largo y tendido. Reconozco que ritmos como el cha-cha-chá o el mambo adquirieron resonancia universal, pero mira los dos enlaces que acaba de dejar Adriana arriba. Para mí, esta conexión chino-cubana sigue siendo inexplicable.
ResponderEliminarTambién creo que la sonoridad de la música china penetró de alguna forma en la cubana, no como género, sino como armonía. Recuerda que el carnaval santiaguero, una de las manifestaciones más sui generis de la isla, no tendría su característico sonido sin la famosa corneta china, cuya secuencia armónica entre las congas no tiene nada que ver con la música cubana u occidental.
Y en cuanto a la influencia cubana entre los chinos, aún no he visto un mambo, un bolero o un cha-cha-chá cantado por una sueca, polaca o irlandesa, como lo hace Grace Chang en el video. Y fíjate que menciono tres culturas occidentales más próximas a la cubana que la china.
Por otro lado, me encantaría ver una película de los años 40 ó 50 donde aparezca una danesa, una búlgara o una griega tocando las maracas y moviéndose como lo hace la propia Grace Chang en el otro video que enlazó Adriana antes de este comentario. Como decía una amiga mía en Cuba, ¡tremenda gozadera!
ah, Daína, qué placer me da saber que le han gustado esos videos. a mí me gusta mucho las cosas suyas, desde niña.
ResponderEliminarbueno, pues para mí que esa atracción de los chinos y japoneses por la música nuestra se debe a lo que esta música naturalmente provoca. hay que estar hecho de palo y tener el corazón lleno de acerrín para escuchar estos ritmos cubanos (sobre todo los de los cincuenta) y no sentir cosas por dentro. cualquiera que esté VIVO -como parece ser el caso de Grace Chang- hubiera sucumbido.
por cierto, que si le gusta la Chang, allá en el post titulado Tabú, dejé un par de links más. ¡tremendo fenómeno la chinita!
yo la conocí por una película de Tsai Ming Liang ("Dong" en chino, "The Hole" en inglés), cuyo banda sonora está formada por canciones de Grace Chang, a quien este director parece adorar, visto que usa su música en todas sus películas.
esto debe tener algo que ver con ese trend mundial del regreso a lo retro. ¿no hizo lo mismo Wong Kar Wai en In The Mood For Love al usar las canciones que Nat King Cole grabara en la Habana a finales de los 50's? nada, que la modernidad está muy bien, pero no llega a satisfacer del todo. el mundo está enfermo, y la gozadera, sobre todo la vintage (que sabe más auténtica), hace mucha falta.
bueno, por si se quieren conectar más con Grace Chang, aquí tienen un clip de esa maravillosa película que me introdujo a Tsai Ming Liang y a Grace Chang: http://www.youtube.com/watch?v=mfI5CgdJQ-A
nota: la actriz está doblando a Grace Chang. para ver la canción original, cantada por Grace, favor de hacer un click aquí: http://www.youtube.com/watch?v=a502on4D_1k
"Oh Calypso" se llama la canción, pero a mí -que no soy música ni la cabeza de un guanajo- me suena más a música cubana que a otra cosa.
No estás errada, Adriana. El ritmo es cubano, pese al nombre. Qué escena tan deliciosamente alucinante la del filme de Tsai Ming Liang. Gracias por postear el link.
ResponderEliminarDe nada! :)
ResponderEliminarTodas las películas de él que he visto son así.
En la biblioteca de Miami hay como cuatro, incluída esta del clip, que es mi preferida (hasta ahora).
Margarita! que bueno tenerte por aquí, te mando un gran saludo!!!
ResponderEliminarDaína: traté de encontrar alguna sueca o polaca o irlandesa de esa época cantando un cha cha cha o mambo o algo semejante y no hallé ninguna, asi que en lo que concierne a la red te doy la razón. No, pero fuera, de broma, sería interesante saber por qué, por lo menos, como moda llegó más a unos lugares que a otros, y si esa peculiaridad china es exclusivamente china y responde también a otros ritmos latinos.Para Japón, estoy totalmente seguro, por haberlas oido en algún momento, y de eso en la red hay sí hay varias cosas. Deja ver si preparo algo con más detalle.
Adriana: muchísimas gracias por todos los comentarios y los videos que he visto con muschísimo agrado. A ver si hay alguien que sepa formalmente de música y pueda explicarnos mejor, porque la verdad que todo esto es muy interesante. Voy buscar tus recomendaciones.